Era tanto el dolor que aquel ser sentia, que nada de lo que hiciese o dijese podrian calmar su sensacion de abandono.
Su hambre de amor era tan infinita, que tal circunstancia le impedia disfrutar de una caricia.
Decia no sentir nada ante lo que mas clamaba!
Pedia permiso para retirarse, pues no encontraba acomodo para su Ser,
pedia refugio, pero ninguno le agradaba.
Que soledad tan monstruosa, que sed tan implacable, que ni siquiera le permitian beber las lagrimas de su llanto.
Condenado por si mismo a la muerte, al letargo del ostracismo, vivia asi su alma en pena, perpetuamente vagando sobre la nada.
Luego de un triste y oscuro trance, su mente avivo' una humilde flama,
y en su grito ahogado busco´ una voz que le susurrase,
un espiriru calmado que le invitase a seguir buscando el destino
que su murmullo siempre nocturno le alejaba cada vez mas.
Y agotado de tantas luchas perdidas,
de tantos colosos acechantes,
sigilosamente emprendio´ nuevamente su vuelo,
y el cielo nocturno le acerco´ al alba y nuevamente comenzo´ a penar.