No todos salen a contarlo abiertamente, incluso les cuesta hacerlo en terapia.
Existen situaciones muy duras y difíciles para lograr reubicarlas en la mente sin sufrir.
Las personas que han sufrido el descarte y les ha tomado de sorpresa, son las más propensas a hablarlo con amistades o incluso desconocidos.
La razón es buscar apoyo, algunas palabras que te devuelvan seguridad, que te digan no fuiste tú! tu no tienes la culpa! o por otro lado también deseas que te digan "Estoy segura que te ama! No puede ser! volverá!" y te vuelves a pegar como un brazo mojado a un tendido eléctrico.
Uno de los mayores problemas en las personas descartadas es que no soportan estar solas, necesitan cuidar de alguien, estar pendientes de alguien, ser bastón de alguien y muchas veces se topan con un segundo narcisista peor que el anterior.
Lo mejor que puedes hacer es tomarte tu tiempo para digerir lo que te sucedió, buscar ayuda profesional y comenzar a vivir el proceso de sanación sin interrupciones.
Espera para buscar sustitutos o sustitutas porque solo te lastimarás más y puedes lastimar a otros.
No fuerces lo que aún no ha llegado y deja ir a quien te ha abandonado.
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