El cerebro humano se compone de tres partes bien diferenciadas: el cerebro reptiliano, el límbico y el neocortex. Cada uno de estos cerebros influye en nuestra conducta y emociones, y cómo podemos ser más conscientes de ello.
El cerebro reptiliano es la parte más antigua de nuestro cerebro y se cree que fue desarrollado hace unos quinientos millones de años. Esta estructura se limitaría a hacer que aparezcan conductas simples e impulsivas, parecidas a rituales que siempre se repiten del mismo modo, dependiendo de los estados fisiológicos del organismo: miedo, hambre, enfado, etc. Puede entenderse como una parte del sistema nervioso que se limita a ejecutar códigos programados genéticamente cuando se dan las condiciones adecuadas. Este cerebro es el más antiguo, por ende es el más simple y básico. Es él, quien decide si seguir prestando o no atención a cualquier cosa o situación. Como su nombre lo dice, sigue los instintos básicos como lo son el amor, el sexo, la comida o el placer. Asimismo es egoísta y prefiere que se le hable de usted o tú.
El cerebro límbico tiene que ver con el aprendizaje. Si una conducta produce emociones agradables, tenderemos a repetirla o a intentar cambiar nuestro entorno para que se produzca de nuevo, mientras que si produce dolor recordaremos esa experiencia y evitaremos tener que experimentarla otra vez. El elemento clave del sistema límbico era el hipocampo, que se ilustraba en forma de caballito de mar. Se creía que recibía información previamente del mundo exterior (mediante la vista, el olor, el oído, el tacto y el gusto) así como del medio interno o visceral. La integración de las sensaciones internas y externas se consideraba la base de la experiencia emocional.
El cerebro neocortex es la parte más reciente del cerebro humano y es responsable de la toma de decisiones racionales. Es el encargado de la lógica, el razonamiento y la resolución de problemas. Este cerebro es el que nos permite pensar en el futuro, planificar y tomar decisiones basadas en la información que tenemos. Es el cerebro que nos permite aprender de nuestros errores y tomar decisiones más informadas en el futuro.
A modo de ejemplo, cuando nos asustamos ante un ruido fuerte, se activa nuestro cerebro reptiliano. Cuando nos enfadamos y damos un golpe en la mesa, actúa nuestro sistema límbico. Cuando valoramos y recapacitamos sobre nuestros actos, actúa el neocórtex o cerebro racional.
Es importante tener en cuenta que estos tres cerebros trabajan juntos y no de forma aislada. La toma de decisiones es un proceso complejo que involucra a todos los cerebros. Sin embargo, es importante ser conscientes de cómo cada cerebro influye en nuestra conducta y emociones para poder tomar decisiones más informadas y conscientes.
Como controlar el cerebro reptiliano?
El cerebro reptiliano es la parte más antigua de nuestro cerebro y se encarga de las funciones más básicas de supervivencia. Aunque no es posible entrenar el cerebro reptiliano como tal, sí es posible aprender a controlar nuestras respuestas instintivas. Aquí te presento algunas técnicas que podrían ayudarte:
Respiración profunda: La respiración profunda y lenta puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés, lo que a su vez puede ayudar a controlar las respuestas instintivas del cerebro reptiliano.
Meditación: La meditación puede ayudar a desarrollar la capacidad de observar los pensamientos y emociones sin reaccionar ante ellos. Esto puede ayudar a controlar las respuestas instintivas del cerebro reptiliano.
Visualización: La visualización de situaciones que normalmente activan respuestas instintivas puede ayudar a desensibilizar el cerebro reptiliano y reducir la intensidad de la respuesta.
Ejercicio físico: El ejercicio físico regular puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés, lo que a su vez puede ayudar a controlar las respuestas instintivas del cerebro reptiliano.
Cómo entrenar el cerebro Límbico?
El sistema límbico es una de las redes de neuronas más interesantes e importantes a la hora de estudiar el comportamiento humano, ya que es una de las partes del cerebro con un papel más relevante en la aparición de los estados de ánimo. Aunque no es posible entrenar el cerebro límbico como tal, sí es posible aprender a controlar nuestras emociones y pensamientos. Aquí te presento algunas técnicas que podrían ayudarte:
Mindfulness: La práctica de mindfulness puede ayudar a desarrollar la capacidad de observar los pensamientos y emociones sin reaccionar ante ellos. Esto puede ayudar a controlar las respuestas emocionales del cerebro límbico.
Terapia cognitivo-conductual: La terapia cognitivo-conductual puede ayudar a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento que pueden estar contribuyendo a las respuestas emocionales del cerebro límbico.
Ejercicio físico: El ejercicio físico regular puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés, lo que a su vez puede ayudar a controlar las respuestas emocionales del cerebro límbico.
Música: Escuchar música puede ayudar a regular el estado de ánimo y reducir la ansiedad y el estrés. Además, tocar un instrumento musical puede ayudar a desarrollar la capacidad de expresar emociones de manera saludable.
Cómo entrenar el cerebro Neocortex?
El cerebro neocortex es la parte más reciente del cerebro humano y es responsable de la toma de decisiones racionales. Aunque no es posible entrenar el cerebro neocortex como tal, sí es posible mejorar su rendimiento. Aquí te presento algunas técnicas que podrían ayudarte:
Ejercicio mental: El cerebro es un músculo y, como tal, necesita ser ejercitado para mantenerse en forma. Realizar actividades que desafíen al cerebro, como resolver acertijos o aprender un nuevo idioma, puede ayudar a mejorar el rendimiento del cerebro neocortex.
Ejercicio físico: El ejercicio físico regular puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y el suministro de oxígeno al cerebro, lo que a su vez puede mejorar el rendimiento del cerebro neocortex.
Alimentación saludable: Una alimentación saludable y equilibrada puede ayudar a mantener el cerebro en forma. Algunos alimentos que se ha demostrado que mejoran el rendimiento del cerebro incluyen los frutos secos, el pescado, las frutas y verduras, y los huevos.
Dormir bien: El sueño es esencial para el buen funcionamiento del cerebro. Dormir lo suficiente y tener un sueño de calidad puede ayudar a mejorar el rendimiento del cerebro neocortex.
Es importante tener en cuenta que estas técnicas no son una solución mágica y pueden requerir tiempo y práctica para ser efectivas. Además, si experimentas problemas graves de ansiedad o estrés, es importante buscar ayuda profesional.
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