Decepción es el pesar causado por un desengaño o por lo que consideramos una traición.
Es un sentimiento de insatisfacción que surge cuando no se cumplen las expectativas sobre algo que habíamos deseado tener o una persona en la que habíamos depositado confianza y cariño. Se forma en unir dos emociones primarias, la sorpresa y la pena o tristeza.
La decepción si perdura, lleva a una sensación muy nociva e incómoda, ya que es un desencadenante de la frustración y más adelante, de la depresión.
La decepción es una fuente de estres psicológico muy grande que lentamente va carcomiendo nuestro bienestar, inhibiéndonos de actuar espontaneamente, o de disfrutar de los momentos, ya que nubla parcial o totalmente nuestro campo de acción.
La decepción surge luego que nos vemos sorprendidos por un resultado, una acción, o una respuesta inesperada, que choca de una manera contundente con la imagen o proyecto que nos habíamos formado. Existe un rechazo primario hacia lo acontecido y por ende una aversión al generador de dicho sentimiento.
Es practicamente irreversible, ya que nunca se podrá recuperar la confianza, ilusión y espontaneidad que primaba en los primeros estadios de cooparticipación hacia aquel o aquello que generó ese sentimiento
Es tal el sentimiento de impotencia y frustración, que la mente se siente como nublada, surge el descontento, la tristeza, el rechazo y si perdura mucho tiempo sin expresarse, la correspondiente depresión.
Hay casos no tan graves en los que los objetos decepcionantes pueden ser facilmente sustituidos por otros en un breve plazo de tiempo, pero la mayoría de los casos en donde priman intereses y sentimientos poderosos, la decepción es un acto lapidario hacia quien lo provoca y sumamente doloroso para quien se siente lastimado y traicionado.
Tambien surge el posterior autoanálisis en donde se busca el verdadero generador de la situación traumática, es que se confió demasiado?, se idealizó a alguien o a algo?
nuestras expectativas no se basaban en hechos reales?, será que todo cambió y no me di cuenta?
Tambien existen concomitantes externos como lo son el chisme, las intervenciones externas, los cambios de ambiente, etc que provocan desestabilizaciones artificialmente pero de todos modos conllevan al mismo final.
Lo que no se puede negar es que la decepción es penosa para ambas partes cuando esta es expresada directamente y que las consecuencias pueden ser muy diversas dependiendo de la personalidad y la actitud de los actores.
La enseñanza mas acertada es tomar la decepción como una lección mas y continuar nuestro camino, sortear los embrollos tomando una actitud madura y firme de no dejarnos caer a pesar de ello y a mediano plazo volver a recuperar la capacidad de confiar, ilusionarnos y soñar sin temor a sufrir nuevamente.
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