Alguien que disfruta humillando a otros podría ser considerado un sádico. Los sádicos sienten el dolor de otras personas más de lo normal y lo disfrutan.
El sadismo puede ser considerado un trastorno mental, específicamente un trastorno de la personalidad. Se considera trastorno de la personalidad sádica a un patrón patológico de conducta cruel, vejatoria y agresiva que se manifiesta de manera continuada a lo largo de la vida de manera consistente a través de diversas situaciones.
Tal y como ocurre con el sadismo sexual, el sujeto siente disfrute y satisfacción de la observación del sufrimiento y humillación de otros. Sin embargo, es importante recordar que solo un profesional de la salud mental puede diagnosticar a alguien con un trastorno mental.
Además, es importante distinguir entre el sadismo como trastorno de la personalidad y el sadismo sexual. El sadismo sexual es una forma de parafilia, pero el comportamiento sexual sádico leve es una práctica sexual común entre adultos que la consienten. Su alcance suele ser limitado, no es dañino, y no cumple con los criterios clínicos de un trastorno parafílico, que requieren que el comportamiento, las fantasías o los deseos irrefrenables de una persona provoquen malestar clínicamente significativo o deterioro funcional o causen daño a otros.
También existen otros trastornos mentales que pueden tener como característica el disfrutar al humillar a otros y estos pueden ser el Narcisismo y la Sociopatía entre otros, los cuales se pueden envolver en una presencia muy atractiva.
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