No siempre nos presentamos con nuestra mejor personalidad, a veces la vida va moldeando facetas muy ácidas o de sabor amargo.
La amargura interna proviene del miedo al fracaso: un fracaso emocional, un fracaso profesional, un fracaso social, un fracaso personal.
La ira, el resentimiento y nuestra necesidad de controlar todo lo que nos rodea son diferentes formas de miedo que a veces adoptamos como mecanismos de defensa, pero en realidad lo único que necesitamos hacer es abrir nuestro corazón al amor 💖 y dejarnos llevar.
Una persona llena de ira es una persona sedienta de amor, es una persona dolida con una autoestima mancillada y sé que estarán aquellos que digan: - "no, ese perverso no sabe lo que es amor"-, ó, -"no vamos a victimizar a quien ataca al otro u otros"-.
Comprendo que es muy difícil poder ver a través de la armadura metálica, pero si observas al interior de esa persona, reconocerás carencias tan grandes y profundas que podrán mostrarte que muchas veces los monstruos son pequeñas almas en pena.
Para abrir tu corazón al amor, aquí tienes algunas sugerencias:
Reconoce las heridas sin sanar:
Es difícil abrir el corazón cuando aún llevas heridas emocionales. Reconoce lo que duele y permítete sentir esas emociones. Hablar en voz alta sobre tus heridas puede ayudarte a procesarlas.
Por ejemplo, si alguien te rompió el corazón al engañarte, admite ese dolor y exprésalo. Decir algo como: “Me rompió el corazón cuando mi pareja me engañó. Eso me hizo difícil volver a confiar en alguien” puede ser liberador.
2. Enfrenta tus prejuicios:
El dolor emocional puede llevarnos a desarrollar prejuicios hacia los demás. Identifica patrones de pensamiento negativos que te impiden abrirte al amor.
Hazte preguntas como: ¿Existen pruebas de que esto sea cierto? ¿Este pensamiento me da bienestar y felicidad? Enfrenta esos prejuicios y suposiciones negativas.
3. Deja ir el dolor con un ritual de liberación:
A veces, aferrarnos al pasado nos impide aceptar nuevas relaciones y oportunidades. Escribe detalladamente lo que te pasó y cómo reaccionaste ante el dolor.
Luego, intenta ver el incidente desde la perspectiva de la persona que te lastimó. Este ejercicio puede ayudarte a liberarte de los dolores acumulados y a ganar una nueva perspectiva.
Recuerda que abrir el corazón implica ser vulnerable, pero también es la única forma de permitir que el amor entre en tu vida. 💖 Sin amor, propio o compartido, no se puede agotar la amargura diaria de quien no se siente satisfecho.
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