Nuestro cuerpo posee 7 Chackras o centros de transformación de la energía vital fundamental del Universo.
Cada ser humano comparte esa energía dentro de un todo.
Cada Ser utiliza en su tiempo presente cada uno de estos centros de energía dependiendo del nivel de consciencia que haya alcanzado en su evolución.
Cuanto más comprende el Universo como un todo y se le respeta, más alto será el chackra que utilice este Ser como centro nervioso, para transformar la energía.
La cantidad de la energía vital procesada diariamente es proporcional al poder de trascender.
Un alto poder de energía vital permite al organismo gerenciar su sistema nervioso o neural y conectar la resistencia a ese nivel de energía adquirido.
Todo aumento de energía vital, aumenta la resistencia neural o nerviosa de su cuerpo.
En los pies se encuentran representados todos los órganos y zonas del cuerpo humano.
Pues eso mismo ocurre con las palmas de las manos, las orejas, el iris y también la boca.
Cuando un órgano se encuentra fuera de armonía o equilibrio se generan "campos de interferencia de la energía vital".
Mantenerse en paz y en armonía respetando todo lo que existe, es aceptar la perfección del Universo. De ese modo se eleva la resistencia neural y se conserva la energía vital.
Durante el proceso de perfeccionamiento que lleva al Ser a la omnipotencia, al control de las fuerzas y energías superiores, se requiere desarrollar una preparación física, mental y espiritual para lograr experimentar lo manifestado y lo inmanifestado. A diferencia de las religiones contemporáneas, los antiguos Egipcios buscaban acercarse a Dios, como la fuente de energía vital y modelo a seguir. Creían que de ese modo ellos también serían parte de Dios, no súbditos de El, sino componentes de una red de Energía Amorosa.
Es un modo de alcanzar la plenitud del Amor Pleno, ese Amor que no tiene polaridad porque es Neutro, como lo es Dios.
Para ese Ser, su mayor razón de existir es alcanzar su máximo nivel de consciencia, consciencia que trasciende la muerte así como también lo hace su experiencia acumulada.
En este nivel, desaparece el dolor, ya que se encuentra en paz y en armonía con el todo, completamente lleno de energía vital liberadora y vibrando con el tono más alto, acompañando la melodía del Universo y moviéndose suavemente como lo hace una palmera.
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