Se hacen largas las noches para quien espera,
y los dias le sorprenden con imprudencia,
con sus sueños ahogados en el lamento
de quien no acepta la resignacion.
Son frias las paredes del alma,
de quien no encuentra acomodo ni paz.
La mente traicionera siempre le ataca y
no permite su sueño conciliar.
Las madrugadas sometidas al murmullo
de los pensamientos inclementes de la ansiedad,
asi es el pesar de quien no acepta
que hoy es otra su realidad.
Se aferra a lo que ya no existe,
a lo que mas nunca sera´,
y rechaza mil veces la esperanza,
de la nueva oportunidad.
Obsecado en su desgracia
se empeña siempre en recordar,
y cada momento revivido
aumenta su soledad.
Asi vive quien no olvida,
asi muere sin edad,
quien ciego ha quedado del llanto,
por no saber reaccionar.
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