No todo lo que ves es absorbido por tu interior. Existen innumerables detalles que no captas y podría ser rico descubrirlos.
Muchas veces se ahoga todo ello en distracciones irrelevantes. Pierdes momentos únicos detrás de una pantalla o sonidos exquisitos de la naturaleza opacados por ruidos que el hombre genera y distribuye como entretenimiento....
Tu alma no reconoce lo que no armoniza, no encuentra lugar en donde no hay serenidad, no se instala donde hay desorden...
Puedes integrarte al Universo con los ojos del alma, con la piel desnuda del que recién llega,
con la mente abierta del que todo tiene por descubrir.
Cuantas cataratas chatarrescas hemos clavado en nuestros ojos, cuanto ruido le hemos puesto de fondo, en cuánta oscuridad les hemos obligado a transitar...
Siempre es tiempo de reflexionar, de poner orden en tu interior, de regalar una sonrisa amable, de dedicar tiempo a admirar la milagrosa naturaleza, de decir "te quiero" cuando te nace, a perdonar y dejar de recordar lo que hay que dejar ir, de caminar bajo la luz del Sol, libre como las aves que vuelan inspirándose en las corrientes aéreas....
Puedes empezar por descubrirte, cual pimpollo de rosas abre por la mañana, humedecido con el primer rocío que le humecta sus aterciopelados pétalos.
Así florece tu alma cuando te dedicas a nacer de una vez, con el espíritu libre, con el alma abierta al Universo al que pertenece, con la alegría de pertenecer al todo y jugar, jugar a ser felíz y plena a pesar de todo.
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