La mejor manera de aprender es equivocándose y equivocarse implica sufrir, sentirse culpable, sentirse sin esperanza algunas veces y existen momentos en que quisieras borrar parte de tus vivencias, actitudes, o arranques de ira o pasión, y es imposible. Lo hecho, hecho está. Pero.....puedes aprender la lección y enfocarte en pulir y limpiar esas aristas que muchas veces te tornan impredecible, errática, violenta, etc.
El mundo se construye sobre los pensamientos de las personas y estos pensamientos no siempre conducen a propósitos o destinos buenos. Lo importante es aprender y corregir.
Nos sentimos de acuerdo a como pensamos y no siempre pensamos de forma limpia y clara. El pensamiento suele intoxicarse fácilmente y apresar nuestra mente de un modo perverso y malicioso. De allí surge todo trastorno, toda enfermedad mental, todo acto y sus consecuencias.
Lo valioso es reconocer, aceptar e integrarse a un ciclo de reprogramación mental expansivo que nos permita vernos de otra manera y percibir nuestra realidad de un modo más equilibrado y positivo.
Cuando lo hacemos las bendiciones llueven sobre nosotros y cosas maravillosas comienzan a suceder. Los milagros existen, pero tú puedes ser el creador de tus milagros.
Son las energías vibratorias que generan tus buenos pensamientos y tus más puros sentimientos quienes las generan.
Tú emites un sonido y ese sonido se traslada al Universo en donde formará parte de una melodía sin igual en sincronismo con los demás sonidos de la orquesta en la que participas en ese momento.
Disfruta de las sensaciones maravillosas y atrae cosas maravillosas. Apaga la voz del ego que es pendenciero, egoísta, y patotero. Abrete a tu corazón y libera tu espíritu para que te indique dónde está la luz, dónde está la paz y cuál es el verdadero amor que debes profesar.
Las tinieblas no son más que un espejismo de tu mente. Límpialas y verás muy claro para qué has venido a aquí.
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