En primera instancia escapa del lugar de los hechos. Aléjate del foco del enojo.
Descarga tu rabia haciendo ejercicio, saliendo a hacer los mandados, entreteniéndote en otra cosa.
Descarga energía de alguna manera beneficiosa para tu mente y cuerpo.
Una vez entretenida/o en esas cosas te darás cuenta que la carga emocional empieza a disminuir.
Notarás que tal vez no era para tanto, o son cosas pasajeras que se reparan pronto.
Tal vez tus expectativas fueron muy grandes o te sentiste humillada/o por determinada respuesta.
Sea lo que sea todo pasa, el enojo se disuelve a medida que pasan las horas. Todo se va licuando con nuevas emociones, con nuevas vivencias.
Si tienes oportunidad de hablarlo con alguien será muy saludable para analizar el verdadero peso de la situación y descargar toda energía negativa.
Siempre busca minimizar los daños, reduce tu respuesta rápida al mínimo.
Vale más la pena estar tranquila/o que ganar en la contienda por el tener la razón.
Lee mis libros, encontrarás muchas respuestas. Tú eliges quién y qué te molesta.
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