El cerebro se activa con el optimismo. Si quieres que las cosas pasen tienes mucha probabilidad de que puedan pasar.
Hay un químico que trabaja a tu favor o en contra de acuerdo a como pienses y este agente
químico se llama Cortisol.
El cortisol (hidrocortisona) es una hormona esteroidea, o glucocorticoide, producida por la glándula suprarrenal. Se libera como respuesta al estrés y a un nivel bajo de glucocorticoides en la sangre.
Cuando piensas en negativo tu cuerpo sufre como si realmente estuviera viviendo esa situación dramática, lo que eleva inmediatamente los niveles de cortisol en sangre y si ello se mantiene en niveles constantes, sufrirás de los siguientes efectos físicos:
Pérdida de cabello,
Temblor del ojo,
Dificultad para tragar,
Problemas intestinales,
Colon irritable,
Infecciones,
Artritis,
Fibromialgia,
Parestesias,
Falta de aire,
Taquicardia.
Y sus efectos psíquicos:
Cambio en los patrones del sueño,
Fallas de memoria,
Irritabilidad, el tipico enojado con el mundo,
Depresión,
Ansiedad,
Estrés crónico.
Para poder comenzar a revertir todos estos efectos adversos para tu salud que podrían llevarte a una calidad de vida muy pobre y sufrida, debes aprender a ejercitar tu cuerpo y tu mente con optimismo, pensamiento positivo y meditación.
Esto hará que regeneres tus neuronas y actives tu sistema reticular ascendente.
El optimismo puede modificar amplias zonas del cerebro fundamentales para tu correcto desarrollo físico y psíquico.
Rodéate de personas que tonifiquen tu buen ánimo, personas que te impacten con su alegría y te entreguen una buena dosis de amor por la vida y apreciación de la salud.
Cuando estás enojado o recibes los embates de una persona tóxica sucede todo lo contrario, sube menos sangre al cerebro y afecta el area en donde se toman las decisiones de tu vida.
Para irrigar de una manera óptima el cerebro debes practicar el optimismo y el positivismo, no lo olvides.
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Cuando practicas el pensamiento positivo y el optimismo, aumenta el grosor de la corteza cerebral y evitas la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.
Más pistas en el libro "Cómo encender tu vida".
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