En temas de salud espiritual, no debemos olvidar que esta se encuentra siempre amenazada por nuestros pensamientos, si bien nuestra Alma siente por su propia cuenta cuando silenciamos nuestra mente.
Vivimos en un mundo donde a menudo sufrimos de indigestión e indignación mental, un ambiente en donde es difícil encontrar una paz espiritual constante.
Todos los conocimientos adquiridos a menudo no son suficientes para ser felices, pues en realidad, no es el conocimiento quien nos libera, sino su ausencia. Es irónico, pero si nos remitimos al hecho de que Adán y Eva fueron condenados a la expulsión del Paraiso, no por comer la manzana en si misma, sino por la adquisición del conocimiento, y alli fue en donde comenzó el dolor y el sufrimiento, creamos o no en religiones, el mensaje es muy relevante y contundente por si mismo. Salta a la vista.
Practicamente podemos afirmar que la base de todas las inquietudes provienen de un problema psicológico y este de la calidad de vida que llevemos cada uno. El habitat es la base de todo.
El gran punto débil de un ser humano es no saber cómo solucionar sus problemas. Cómo conseguir que su mente sea su aliada y constructora al fin, de salud, felicidad y paz espiritual. No es fácil mantenerse en plena armonía, pero el punto de partida siempre es la misma necesidad de desarrollar pensamientos positivos constructivos en vez de pensamientos negativos destructivos. Convencerte que todo es posible cuando mantienes la Poderosa Fe que atrae lo bueno y saludable hacia ti. No podemos desenchufarnos totalmente, pero es necesario silenciar nuestra mente en algun momento para poder sanar desde adentro. Te regalo un tip para comenzar : ten preparados dos pensamientos positivos para colocar en tu mente al inmediato instante en que uno negativo se coloque en tu centro. Entrenate con ello, y poco a poco iras tomando el control. Te animas a compartir conmigo un pensamiento destructivo que te gustaría reemplazar?
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