El narcisista quiere tener todo bajo control siempre. Los demás solo pueden ser súbditos.
Cuando es él quien pierde es terrible. Se entrega profundamente ante la derrota, la depresión lo inunda, todo lo ve oscuro, negativo, sin salida.
Culpa a los demás y cambia la versión de los hechos para no sufrir su propia culpa.
Es el peor compañero para los malos momentos ya que no logra razonar de una manera asertiva o positiva.
Al momento que se sienta inseguro se vuelve un caos todo a su alrededor, necesita de su seguridad absoluta para disfrazar sus miedos e inseguridades.
No puede resistir la atracción hacia su espíritu de derrota del cual le es muy difícil salir por sus propios medios.
Sufre de ataques de pánico debido a su vulnerabilidad y no permite que le den luz, no quiere verla a menos que provenga de si mismo, y eso solo sucede cuando se siente 100% confiado y seguro.
Miles de testimonios de parejas de una persona con trastorno de personalidad narcisista corroboran esto hechos y actos.
Es un extractor de energía y de buenas vibras. Solo personas muy fuertes y seguras de si mismas pueden acompañarle en ese proceso.
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