El temor al fracaso es como una densa niebla, te previene de obtener resultados negativos quedando bajo ese enorme paraguas gris y a la vez te impide disfrutar de la impactante emoción de encontrar la luz.
Seguramente alguna vez has pensado en hacer algo excepcional, pero nunca te has atrevido a luchar por ello.
Esa densa niebla no te permite expandirte, y desarrollar tu potencial, impidiéndote buscar caminos de realización.
El miedo bloquea la natural agresividad intrínseca que se necesita para ser un verdadero desarrollador de sueños.
Conocer tus miedos y exponerte a ellos es un trabajo duro pero provechoso, pues una vez que los abrazas, se desvanecen.
Es siempre útil tomarte un momento para describir tus miedos en una hoja.
Comienza escribiendo tu principal objetivo de vida en la parte superior de la hoja, y luego deja que tus ideas fluyan debajo y no te detengas hasta que hayas encontrado todas y cada una de ellas.
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