Usualmente en la vida eres tú quien lleva el mando. Eliges cada día la indumentaria, el equipo, la ruta, y otras veces es la pasión por alguien o algo quien decide por ti.
Las pasiones son fuerzas que te absorben y arrastran de una manera imponente y el vértigo que ellas generan son únicas e irrepetibles.
No todas las personas se sienten cómodas en la velocidad, no todas resisten la sensación de flotar sobre una carretera presos de una sensación hipnótica.
En el camino unos lloran de dolor y otros lloran por el frio en sus rostros, pero cuando una máquina y una persona comparten momentos únicos, se vuelven compañeros de vida y de aventuras. Solo quien lo vive o lo ha vivido comprende cuánta emoción se encierra en tales vivencias y por ello es tan difícil el duelo.
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